RESIDENCIA LAS MAJADAS DE PIRQUE
El proyecto se ubica en un conjunto de predios que originalmente formaron el Parque Las Majadas de Pirque, el que alberga, en su área central, el Palacio Las Majadas. Este conjunto se ha constituido como uno de los principales hitos patrimoniales de Pirque, reconocido tanto por las distintas actividades culturales que se han desarrollado en torno a él como por los más de mil arboles adultos que tiene y las atmósferas que estos crean
El planteamiento inicial de la propuesta es que el edificio no podía intervenir el parque, sino que debía ayudar a conservarlo. Ante esto, establecimos cuatro condiciones de diseño: no tocar ningún árbol; ubicarlo en el lugar más deteriorado completando el paseo circular del parque original de Guillermo Renner que había sido subdividido; que la cubierta estuviera bajo el nivel de base del palacio manteniendo su protagonismo gracias a la suave pendiente del pie de monte; y, finalmente, elevar las habitaciones para mantener el carácter público y la profundidad del lugar.
El proyecto de arquitectura busca dar una respuesta adecuada y coherente a éstas cuatro condiciones de diseño. Para esto nos basamos en el estudio preciso y detallado de los árboles, la topografía de suaves pendientes y las diversas orientaciones del lugar. Probamos muchas formas, e incluso trazamos varias de ellas con tiza sobre el terreno, hasta que llegamos a la geometría exacta que lograba calzar el programa en este lugar.
La Residencia, formalmente, corresponde a una barra de casi 200 metros de longitud, que se quiebra y adecua entre los árboles, dejando todas las habitaciones orientadas al parque. Esta barra se encuentra elevada sobre un campo de pilares y muros, haciéndose permeable entre los troncos y creando un primer nivel abierto con una serie de espacios de comunes interiores y exteriores siempre conectados al sitio. Pensamos que la residencia debía fundirse en este paisaje y crear una experiencia continua entre los espacios interiores y éste, mediada a través del edificio.
Finalmente, intentamos trabajar con pocos materiales y que estos fueran nobles y expresivos. Se usaron, por ejemplo maderas de Encinas y Olmos que habían caído naturalmente en el parque y nos permitieron construir distintos muebles en obra. Esta combinación hace que el edificio sea honesto con su obra gruesa y con el lugar, pero con una calidez y carácter dado por la madera y por pocos muebles bien emplazados